lunes, 26 de diciembre de 2011

Los pasos profundos

Hay pasos certeros, hay otros con dudas. Hay pasos hacia adelante y a veces hay pasos que se dan sobre los propios pasos. Los pasos profundos.

Año 1962. Mes de Abril. Tarde de lluvia y viento de otoño.

Violeta està volviendo del entierro de su padre, abre el portòn de hierro forjado y entra lentamente con su ama de llaves de siempre, Lina.

- Parece mentira, pero tengo tan pocos recuerdos de cariño y dulzura de mi padre, tengo mas preguntas que respuestas. Creo Lina que vos y yo tendríamos que tener una larga charla. Necesito las respuestas que me faltan y se que vos me las podes dar.
- Si, quizàs este es el momento niña Violeta.
- Deja de decirme niña, por favor, ya basta de esas formalidades estùpidas.
- Bueno, està bien.
- Mi madre nos dejò siendo yo muy chica y te quiero como si fueras mi segunda mamà, o una madrina, o una hermana, no se, vos sabes lo que significas para mi, cuantas veces corrì de noche a dormir a tu cama, te acordàs?
- Como olvidarlo, las noches de tormenta siempre venìas a mi cuarto corriendo.
- Lina cual es el secreto? ese que guardas, ese que yo no se, porque mi padre no me quiso nunca?
- Si, te quiso, a su manera te quiso, no sabìa querer.
- El querìa a mi mamà?
- Yo creo que si, la quiso mucho.
- Porque yo siento que a partir de su muerte comenzó a tratarme distinto.
- Fue un golpe muy duro para èl, ella no estaba enferma, una muerte repentina es muy dificil de superar.
- Pero porquè el maltrato hacia mi, que le hice yo?
- Cuando tu mamá conociò a tu padre, toda la familia alentò mucho ese noviazgo, era el hombre ideal, era apuesto, un abogado reconocido, tenìa dinero y prestigio. Tu abuela siempre decìa que este si era el candidato para su hija, la única hija tan educada y preparada para formar una familia.
- Y ella? estaba enamorada de papà.?
- No, Violeta. Eso lo se bien, no lo estaba.
- Entonces?
- Era el mandato familiar, se estilaba asi, pero a veces uno se podia revelar, pero tu madre no podìa, ella no. Comenzaron a noviar, salìan a pasear en su auto, èl sabìa como complacer a tus abuelos, los invitaba a cenar a buenos lugares, les hacia obsequios. Y asi pasò el tiempo, unos meses, no recuerdo cuantos pero menos de un año. Una tarde tu madre me llamò a su cuarto, me hizo cerrar la puerta con llave, y hablando muy bajito me contò algo llorando.
Mi hermano Juan era el jardinero de la casa, desde los 15 años, el hecho de ser mi hermano hizo que se quedara, amaba las flores y sabìa embellecer el jardin como nadie. Yo veía a veces a Juan y tu madre charlando, riendo, pero la misma edad los unìa en risas o alguna travesura, como tirarla a la piscina y esas cosas.
Pero empecè a darme cuenta que mi querido Juan se estaba enamorando de la Srta Alba.
Esa tarde tu madre me confesò estar enamorada de mi hermano desde siempre, pero sabìa que sus padres no estarìan de acuerdo con esa relaciòn y no sabìa que hacer.
Me hizo sentar en una silla y arrodillada en el piso me tomò de las manos y me dijo: Estoy embarazada de Juan. El aún no lo sabe.
Un escalofrìo me corriò por el pecho y la vi llorar como nunca antes y yo no sabìa que decir, ni que hacer.
Mi niña querida, una hermana para mi, que podrìa yo hacer por ella.?
No se le cruzaba la idea de un aborto, ella querìa a ese bebè mas que nada en el mundo. y tambièn a Juan.
Pero sus padres ya estaban fijando una fecha para la boda.
Bueno, le dije, o te casas rapidamente para que el tiempo te ayude a hacer creer que este embarazo es de tu novio o tienes que huir, irte de la casa con Juan. Lo pensò, y decidiò lo segundo, se despertò muy temprano, como a las 6 de la mañana cruzò el jardìn hasta el galpòn donde estaba el cuartito de Juan y golpeò a su puerta, y golpeò varias veces pero èl no contestaba, la puerta estaba cerrada con llave.
Vino corriendo a mi cuarto a decirme que Juan no estaba, y vio en el piso una nota que alguien habìa deslizado por debajo de la puerta.
En ella èl le decía, sin saber de su embarazo, ya que ese dia se lo iba a decir, que se iba porque no podrìa soportar verla casada con ese hombre, y no querìa traerle problemas con sus padres, y que los vieran juntos y la castigaran. Que la amaba y la deseaba pero la vida se iba a encargar de que pudiese olvidarlo.
Como lloraba mi niña Alba, me preguntò como encontrarlo y yo llamé a sus amigos, y a mis parientes de Entre Rios y nadie sabìa de él.
Fue entonces que decidiò hablar con su novio y decirle la verdad para acelerar la fecha de casamiento.
Algo que siendo doloroso era lo mejor que podìa hacer.
El aceptò y se casó con ella, y guardó el secreto.
Violeta vos eras ese bebè que llenó de alegría esta casa y tu madre y tus abuelos te amaron profundamente.
- Pero él?
- El te quiso como pudo, eras el fruto de un amor  clandestino de su esposa, no era fácil. No era muy cariñoso ni con vos ni con nadie. Pero te crió, te educó, te aconsejó. Quizas faltaron las caricias...
- y Juan que fue de la vida de èl?
- El vive en España, se fue muy lejos para olvidar a tu mamá y no sabe de vos. Y sigue siendo un jardinero..
- Lina, sos mi tìa, ya te querìa como si lo fueras pero ahora confirmo tu amor y tu lealtad.
Y un abrazo intenso y un llanto emocionado de las dos selló este momento...
- Te quiero tanto mi pequeña Violeta, te pido perdón por el silencio...... tuve que guardar el secreto, por pedido de tu madre.

Han pasado unos meses, Violeta y Lina están llegando a Madrid, el aeropuerto de Barajas está lleno de gente como siempre. Abordan un bus que las lleva  a Sevilla, Lina sabía donde estaba aunque escribía muy poco. y hacia allá van las dos, se toman de las manos y sonríen.
Lina va al encuentro de su querido hermano, y Violeta en busca de las caricias de un padre que aunque ausente, ella sabe que ha guardado las que eran para su madre y un abrazo los unirá para siempre, un abrazo fraternal. Y unas lágrimas guardadas en su corazón aflorarán en los ojos de Juan.

FIN

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