domingo, 26 de febrero de 2012

Solo una señal

Apretó el gatillo, con temor, con el pánico hacia lo desconocido, con la adrenalina debida y anunciada.
Cayó lentamente de su mano la pistola deslizándose al costado de su cuerpo hasta caer en el piso de madera del cuarto de Roger.


-La luz entra por la ventana, una luz de sol, es una mañana bellísima, diáfana, no hay ninguna nube en tu cielo,  Roger, porque ese tambien es tu cielo aunque no puedas verlo, desde allí, yo te lo describo tal cual es.

-Buenos días Sra. Luisa, como está Ud. hoy. Alguna novedad?
-Bien doctor, Ud. se refiere a Roger? Está muy bien, miré que buen color tiene hoy.

El Dr. Flishman miró a Roger, como todas las mañanas, con su respirador, sus ojos cerrados, los monitores mostrando su debilitados latidos, miró a su madre y le sonrió levemente.
La tomó del hombro y la llevó al pasillo.

- Sra Luisa, la frecuencia cardíaca de Roger viene decayendo dia a dia. Y ud. sabe que ya no podemos hacer nada al respecto. Ud. sabe hace mucho tiempo que su estado es irreversible.

-Mire Doc., ya le dije mil veces que la fe mueve montañas, y mi amor y mi fe va a poder sacar a mi hijo del coma.
- Sra. yo creo que  Ud tendría que estar mas preparada para....
- No doctor nunca me prepararé para ver morir a mi hijo, mi único hijo, jamás.
- Si Roger tuviera conciencia de como está, quizás él desearía morir.
- Es posible, pero él no lo sabe, pero me escucha, yo le cuento lo que hago, como es el día, las novedades de sus amigos, vemos televisión juntos, yo le describo escenas, las publicidades, las películas.

El Dr. Flishman se retira despacio, caminando hacia la escalera y se encuentra con la enfermera del turno mañana, la experimentada Bety.

-Bety, que suerte encontrarte, la Lic. Duarte no ha visto nuevamente a la mamá de Roger.
-No doctor, es que la última vez, hace como un año, la peleó, le dijo de todo, y que no volviera por la habitación de su hijo nunca mas.
-Entonces quizas ella no es la terapeuta indicada para esta mujer. Y nunca mas volvió?
- Si, varias veces, pero la mamá de Roger no le habla, nunca mas le dirigió la palabra.
- Hablaré con ella, hoy mismo.

-Dr. Flishman, de la habitacion de Roger se escuchan gritos de su madre.
Está solo a unos metros, él mismo escucha la voz de esa mujer.

- No te vayas Roger, adonde iras sin mi?  Allá donde vas quien te acompañará como lo hago yo.
Debes quedarte, aférrate a la  vida hijo, quedate aquí.

Roger acaba de morir, después de un coma de mas de dos años, un accidente automovilistico lo dejó en un coma irreversible.

Luisa entra a su casa, el jardín está descuidado, nada está como era. El desorden, el polvo, todo indica que nadie se ha hecho cargo del hogar por mucho tiempo.
Toma una foto de Roger que está sobre un mesita en el rincón del living.
- Y ahora que? Ahora si me dejaste, te fuiste. Y no tengo a quien contarle mis días, dicen que no me escuchabas, pero yo se que si lo hacías, pero solo yo lo se, que lástima.!!!
Ahora voy a hacer lo que te prometí, solo dame una señal, se que podes hacerlo, si no queres que vaya con vos, solo dame una señal, te lo pedí muchas veces, se que estas acá, dame una señal.

Tomó lentamente la pistola que guardaba en su cartera y subió la escalera que llevaba al cuarto de su hijo.
Abrió la puerta y miró hacia las paredes y a la ventana, llevó la pistola hacia su boca y gatilló..... pero el tiro no salió...
- Roger, es una señal? está sonando mi celular, no lo escuchaba....
Hola, quien es?
- Luisa, Bety habla, por favor abrame la puerta, estoy abajo, pero creo que el timbre no funcionó.
-Oh, si no funciona, ahi bajo Bety.

Baja rapidamente la escalera y abre la puerta y casi no reconoce a Bety sin su guardapolvo blanco.
- Bety, disculpa, es que aquí todo está mal, pasá, no puedes sentarte sin que limpie antes alguna silla.
-No, no hace falta.
-Que traes en ese bolso?
- De eso quiero hablarle, mire Luisa.
Bety abre su bolso naranja y le muestra un cachorrito color beige que la mira con ternura y sacude su cabeza.
- es un perrito?
-Si, lo vi y pensé en Ud, con todo respeto y cariño quiero regalarseló, se que lo cuidará y la acompañará en su soledad, los caninos son muy agradecidos, solo le dará amor incondicionalmante.
- Puedo tocarlo.?
- Si, claro, ya le puse un nombre pero puede cambiarlo, le puse Teo.
- Hola Teo.
Y Luisa sonrió...

-Gracias Roger, estas aquí......


FIN

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