domingo, 30 de septiembre de 2012

9ª entrada de IDENTIDAD REVELADA


Dulce y desmedida

Paula y Martín recorren Puerto Madero, estacionan, y salen a caminar en una noche templada, sin viento, con una luna creciente que anuncia una próxima luna llena, pronto, muy pronto.
La noche es cómplice, deja secuelas, pero a veces no deja testigos, a veces la noche es solo de a dos.
En un momento de la caminata, Martín la frena para tomarla de la cintura y besarla, y ella acompaña, pasional.
La piel se calienta, se alborota la sangre, se atropellan los latidos.

- Paula, hace poco me mudé, estoy decorando mi nuevo lugar, pero no por eso no está listo para que vos y yo estemos juntos. Quiero llevarte, esta noche y no me parece apresurado.

- No, no lo es. Yo también quiero.

Y otra vez el beso, y otra vez la pasión, ya ahora casi desenfrenada, hizo que Martin tomara de la mano a Paula y la llevara hacia el auto.
Martín manejaba y cada tanto acariciaba su mano o la deslizaba por su pierna muy delicadamente.
Entró el auto a la cochera, y un poco nervioso ya, bajó rapidamente y Paula actuó de igual manera, se miraban y sonreían con esa complicidad típica de estas situaciones.

- En que piso es?
- El noveno.

El ascensor fue una previa encendida y tierna a la vez, la dulzura de Martín se mezclaba con sus hormonas sabiamente.
Ella solo se dejó llevar y correspondió maravillosamente a sus manos.

Han llegado, han abierto la puerta, y Paula pregunta por el baño.
Mientras Martin, revisa su cuarto con la mirada, se mira al espejo y desabrocha los botones de su camisa. Paula se está mirando al espejo pero no se pregunta si está haciendo bien las cosas.
Ella sabe que si, está todo mas que bien.

-Que pena, te desabrochaste los botones y eso es algo que me encanta hacer a mi.
-No lo sabía, ya mismo los vuelvo a abrochar.
-No no, no lo sabías, yo sigo con lo demás.

Una noche mágica ha comenzado, y Paula no solo está dejándose llevar, está soltando toda su sensualidad, aportando visceralmente todos sus sentidos.

continuará...




sábado, 22 de septiembre de 2012

8ª entrada de IDENTIDAD REVELADA

El dejarse llevar

Angela ha llorado, sola, ha pensado como seguir esta farsa y ha tratado de encontrar una solución para poder ver a Martín una vez mas, pero no herirlo, no escapar, sincerarse. Pero no logra encontrar un punto justo, las culpas comienzan a ejercer esa presión lógica que genera la mentira, el engaño.
Pero ha llegado otro viernes, y el cuarto celeste y la llave del secreto guardada celosamente espera ser encontrada una vez mas para abrir la puerta del deseo.
Tratando de dejarse llevar, por los sentidos, matando la frialdad de esa seducción engañosa, quiere encontrar a Martín y ha decidido llamarlo.

- Hola, Martín?
- Hola quien habla?
- Paula
- No puedo creerlo, había perdido las esperanzas , como estas?
- Bien, te pido disculpas, se que deberia haberte llamado antes pero...
- No sigas, no es lo que importa ahora, quiero verte, vayamos a tomar un café, te paso a buscar?
- No, tengo que salir ahora, pero podemos quedar en encontrarnos en dos horas si queres.
- Bueno decime donde y voy, tengo muchas ganas de verte.
- Yo también, te espero en el bar de la esquina, del lugar donde nos conocimos, el de la vereda de enfrente.
- Bueno a las diez esta bien?
- Si, perfecto. Te mando un beso grande
- y yo otro preciosa,. te espero.

Ha dado un paso importante, ahora Paula deberá reaparecer y está vez dejarse llevar por sus emociones, sin lastimar, y dejarse seducir, y dejarse abrazar, porque dentro de esa càscara avasallante está ella, temerosa, insegura pero sedienta de amor.
Soltó su cabello, se arregló y maquilló, está muy bonita pero menos provocativa, un jean, un remeron, nada de escotes, pero igual es Paula, es la que se atreve, la que avanza.
La mesa de un café, los pone frente a frente, mirarse a los ojos, sin poder bajar la mirada.
Pero ella sabe que hoy no puede decir la verdad total, no es capaz de decirle soy Angela Pinedo.
Quiere decir que seguir mintiendo va a ser imprescindible. Pero si desea decirle lo que siente al verlo, lo que sus sentidos demandan a pesar de todo.

- Hola, disculpa la demora, el tráfico...
Martín se para y la abraza cariñosamente y besa su mejilla advirtiendo su perfume.
-Estas muy bonita, estoy feliz de verte otra vez, como estas?
-Bien, yo tambien estoy contenta de verte. Termina la semana, mucho trabajo?
-Fue una semana tranquila, por suerte tengo empleados de mucha confianza y trabajamos a la par muy bien.
Y vos?
-Bien, todo normal, un poco cansada, tuve que correr un poco hoy, pero todo bien.
-Con quien vivis?
Empiezan las preguntas, y las respuestas no pueden demorarse.
-Con una amiga.
-Nunca estuviste en pareja, matrimonio, contame...
-No, algun noviazgo, pero sin convicencia y vos?
-Yo estuve en pareja hasta hace 7 meses. Estuve conviviendo 2 años y medio. No tuve hijos. Y estuve bastante mal al principio pero estoy saliendo de eso por suerte, con ayuda pero lo logré.
Sos la primer mujer con la que me relaciono o que me acerco desde la separación.
Quizas por eso esté un poco ansioso pero también entusiasmado, me entendes?
- Claro que te entiendo.
Paula acerca su mano a la de él sobre la mesa y lo acaricia.
Martin la mira y sonríe con complicidad.
- Que vas a pedir?
- Un cortado por favor
- Yo lo mismo (dirigiendose a la camarera)
Sabes que cuando te miro a los ojos, siento que te conozco de antes, pero es por momentos...

Paula baja por primera vez la mirada pero sonríe para disimular.

-Después , si queres vamos a dar una vuelta, tengo el auto estacionada acá cerca.
-Bueno, me encantaría.

Un encuentro comun entre dos personas que se gustan y comienzan a relacionarle.
Pero para ella es un esfuerzo lastimoso, apenas disfruta del momento, sabe que está sorteando escollos continuamente.
Cuanto tiempo podrá sostener el engaño?

(continuará)






martes, 18 de septiembre de 2012

IDENTIDAD REVELADA........7ª entrada

La ultima sesión

Lunes 19 hs.

-Hola Martín, como estas?
-Bien, alquilé un departamento Angela, conseguí en Belgrano un dos ambientes a la calle, estoy ahora con el tema de amueblarlo, de a poco, claro.
-Que bien, me alegro mucho.
-Volví a ver a Paula, la esperé en la vereda de aquel bar, quería verla llegar, pero llegué mas tarde que ella y la encontré cuando salía. Es extraño lo que pasa..
-Porque lo decis?
-Siento que le gusto, pero es raro todo, por momentos siento que quiere escapar de mi. No la entiendo. Nos besamos otra vez, muero de ganas de estar con ella. Pero no se mucho de su vida, quisiera tomar un café y charlar pero esperé su llamado pero no lo hizo.
-Y que vas a hacer? te sentis como defraudado?
- No, porque se que le gusto, hay algo, y no se que es que le impide soltarse, sincerarse.No se que hacer ahora, me queda esperar que me llame, porque no creo que vuelva al bar a esperarla otra vez.
-Tenes que hacer lo que sientas cuando llegue el momento. Solo tenes que ser vos.
-Si, claro.
- Martín, te quiero avisar que voy a hacer un viaje, y voy a dejar de atender.
- Si, por cuanto tiempo?
- Mirá, quizas me quede a vivir un tiempo en Londres, con una amiga que me invitó, aprovecharé ese tiempo no solo como descanso, pienso hacer unos cursos que me interesan. Por eso he pensado, que dado que no me gustaría que en este momento quedaras sin atención, podría, si estas de acuerdo, derivarte a un amigo, que quedaría en mi lugar por este tiempo.
Max vive acá cerca, no te quedaría incómodo para nada.
-Uy Angela para mi es como empezar de vuelta.
-No te preocupes, yo le haré una ficha tuya con tus antecedentes, y seguirás normalmente. Este viaje hace mucho lo tenía pensado solo faltaba ultimar detalles para tomar la decisión de irme. Vas a estar bien.
El tema de tu separación lo estas llevando muy bien, y esto que te ocurre ahora creo que solo depende de que te atrevas un poco mas, y hagas lo que sientas.
- y  desde cuando sería?
- Y ya sería desde el lunes próximo.
- Ah ya!!!
- Y si Martín. Hasta sería mismo dia y mismo horario, te parece bien?
- Está bien, pero si la cosa no funciona, dejo todo, no voy a forzar la terapia, los cambios asi no son buenos, creo.
- Bueno eso será tu decisión.
Esa mujer te intriga, te gusta, usa esta situación como un juego de seducción, y un desafío de volver a encontrarla y hacer que se suelte que te cuente que le pasa.
- No se muy bien que hacer ahora, tengo bronca, pienso que me equivoqué en algo, no se.
- Ella esconde algo que tendrás que descubrir, y està tratando de decirtelo con su actitud.
- Puede ser...
- Este el número de teléfono de Max, espero que lo llames y continues tu terapia.
- Bueno, veré, no me gusta mucho la idea, pero lo voy a llamar. Ya no te veo, ya te vas?
- El viernes, cualquier cosa si me necesitas en estos dias, llamame al celular, no hay problema.
- Te voy a extrañar...
- Yo también, bueno quiero decir, voy a extrañar a mis pacientes.
 Martín,... ella te llamará. estoy segura que lo hará.

Martin le paga como siempre y se despiden afectuosamente en la puerta, justo cuando sale Mili..
Ella los ve despedirse y cuando él toma el ascensor se acerca a Angela.

- Ese tipo te gusta no? Se te nota, vi como lo mirabas, cuando llamó al ascensor te lo quedaste mirando, te gusta no?
- Mili, es un paciente, por favor.
- Y que tiene que ver, no lo podes mirar como a un tipo cualquiera, vamos Angela, te vi, no soy tonta.
- Me voy adentro tengo cosas que hacer, hasta luego.
- Che no se te puede decir nada eh, asi estas sola como un hongo, tendrías que salir conmigo un día, y vas a ver como te avivo, en serio te digo Angela.
Ya había cerrado la puerta y Mili seguía hablandole.
- Yo si que te iba a sacar buena a vos.

(continuará)





domingo, 16 de septiembre de 2012

6ª entrada de IDENTIDAD REVELADA

Descartar a una

Desde el martes, Angela piensa en cambiar afeandose mas o comprar pelucas con otro color de cabello para Paula. Teme que Martin la reconozca en la segunda sesión y se teme a si misma que llegado el viernes no pueda frenar las ganas de volver a ese bar donde lo encontró.
Y no se puede confiar tanto en la semi oscuridad de los bares nocturnos.
Angela no es bonita, por lo tanto tampoco lo es Paula, pero el maquillaje, su cabello suelto y sobre todo la actitud hacen a la diferencia notablemente.
Pero teme, racionaliza sus intenciones, se mira al espejo varias veces por dia.
Hay momentos en el día cuando está sola que entra en pánico porque sabe que no podrá evitar el viernes ir al mismo lugar. Y no le conviene, corre riesgos.
Para Angela decide comprar unos anteojos mas grandes con un marco mas grueso, pero duda en hacer mas cambios.
Y para Paula decide comprar dos pelucas corte carré con fleqillo, una rubia, y otra castaño caoba.
Pero siente que no alcanza, que solo la actitud las diferencia totalmente,
Pero hasta cuando podrá intentar que Martín no se de cuenta?
Indudablemente debe dejar de atenderlo.
Llega el viernes, Paula no puede evitar salir, es ya una rutina imprescindible en su vida, pero esta vez no sabe donde ir.
O si sabe, pero el temor y la adrenalina, las ganas, y el juego se mezclan peligrosamente.
No puede evitarlo, y por primera vez, repite el lugar del viernes anteriori, solo para volver a verlo.
Un vestido rojo para nada escotado, botas, y la peluca oscura, y perfectamente pintada, pero elegante, sin parecer del montón sobresale en su caminar, y se denota en ella a una mujer especial.
Baja de un taxi, y al caminar siente que Angela está junto a ella supervisándola, y le duele, le molesta y se interpone entre Paula y los demás pero al mismo tiempo sabe que si lo viera a Martín solo Paula tiene la valentía de hablarle despues de lo ocurrido.
Sabe que él no es un príncipe que tiene en sus manos un zapatito de cristal para probar en su pie y eso la tranquiliza en cierta forma.
Pero también sabe que ella es Angela transformada y no Paula recien nacida con esa seguridad que la hacía salir a la calle.
Abre la puerta y camina hacia la barra sin mirar a los costados, solo mirando hacia adelante,pero esta vez se sienta en una mesa casi al fondo del salón.
Martín no está, se inquieta, se impacienta como una adolescente, sus latidos se aceleran.
Pasa mas de una hora y no se permite esperar mas, paga su consumisión y se levanta para irse, llega a la puerta, empuja hacia afuera, y llegando a la vereda lo ve venir caminando hacia ella, como si la hubiese estado esperando allí.

-Paula, deseaba encontrarte, no pude comunicarme con vos, como estas?
-Hola Martín.
-Estas distinta, te cortaste el pelo?
- Si, a veces se me da de cambiar mi look, soy de cansarme facil de los peinados.
-Estas preciosa, hasta te diría mas aniñada.
-Vamos a otro lugar, vamos a donde quieras, bueno no se si queres...
- Mirá Martin en realidad ya me iba.
- Quisiera volver a verte o encontrarnos mañana a tomar un café a la tarde, te parece.
- bueno dame tu teléfono y te llamo para arreglar.

Martin saca su celular y le dice el Numero que ella agenda y le dice te llamo y ya te quedará mi número en el tuyo.
-Llamame quiero verte con tiempo, que me cuentes mas de tu vida y yo de la mía. En donde trabajás?
-Soy asistente contable en un estudio y vos?
-tengo una librería en el microcentro, comerciante.
- Bueno Martín, te llamaré, lo prometo.
Y no pudiendo evitarlo se le acerca y lo besa acariciándole la mejilla con su mano, entonces Martín toma su cara con las dos manos y la besa intensamente, luego baja su mano derecha para desde su espalda acercala hacia él y besarla casi abrazándola. Ella no se resiste, es mas lo disfruta y se deja llevar.
- Paula me gustas mucho, no quiero que te vayas, pero si debes irte al menos dejame llevarte.
- Bueno está  bien.
El auto está a unos metros, suben y la lleva hacia su supuesta casa.
Ella lo hace parar luego de un recorrido inventado en el momento, no muy lejos de allí.
- Hasta mañana, te llamo, me encantó volver a verte.
Martín vuelve a besarla y abrazarla, ella baja y simula entrar en una casa con un pasillo largo y cuando está frente a una puerta hace que entra su llave, y lo saluda con la mano.
El se va, y ella al minuto sale camina hacia la esquina y toma un taxi. Un recorrido de quince minutos la espera hasta llegar a su casa en Nuñez.
Cierra los ojos, está desvastada, pero no confundida, no hay duda que se está enamorando, pero los problemas se acrecientan.
Llega a su casa, abre la puerta, saca su peluca y se sienta en su sillón a llorar, entre emocionada y llena de temores.
Sabe que llega el lunes, sabe que el sábado debería llamarlo, y tal vez vuelvan a verse.
Pero el lunes deberá deshacerse de su paciente para derivarlo a Max.
Un paso dificil pero que hará mas fácil las cosas.
O no...

continuará...



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miércoles, 12 de septiembre de 2012

5° entrada de Identidad revelada

Max, un amigo especial

Max es un hombre muy especial, de estatura mediana, recibido tardiamente de Lic en Psicología, desprolijo, muy poco estructurado pero a su vez tiene prejuicios extraños.
Sobre todo extraños por la profesión que eligió.
Tiene pocos pacientes, en su mayoría hombres porque las mujeres le traen problemas, como dice él.
Es amigo de Angela desde los tiempos de estudio en la facultad.
Siempre le aclara que unicamente con ella, se casaría y formaría una familia. Comentario que pone un poco nerviosa a Angela, ya que ella no ve esa posibilidad, para ella es su amigo, a quien aconseja y cuida lo mejor que puede.
Una vez por semana, generalmente los martes por la mañana desayunan juntos en casa de Max.
Angela toca el timbre.
Max abre la puerta.

- Diosaaaaaaaaaaa, como está mi princesa natural?
- Hola Max, como estas amigo mio?
- Ahora que mis ojos se deleitan con su visión, mejor, mucho mejor, mi reina.
Medialunas?, galletitas integrales, budin ingles?
- Budín, con mate dulce.
- Perfecto. Angelita
- Sabes que quizas te mande un paciente, pero antes tengo que hablarle, el lunes próximo, si vos podes claro en ese horario.
- A que hora?
- Martín viene conmigo los lunes a las 19.
- A ver.... (se fija en su agenda)
Para que me fijo!!, si los lunes no tengo a nadie, y los martes tampoco, tengo uno el miércoles, dos el jueves, y dos el viernes. Y todos hombres. Tengo que pensar en vender cosas, dedicarme a la música en las plazas a la gorra. Sino la proxima no te voy a poder convidar ni el budín ni el mate. jaja
- Ay Max, lo siento tanto, pero yo mas no puedo hacer, te derivo lo que puedo, es que mujeres no te puedo mandar, vos ya sabes...
- No, no, me podes mandar, puedo correr el riesgo de no engancharme, pero también podes mandarme mujeres operadas, con caras estiradas y plástico en sus senos y no voy a sentir nada por ellas, mas que asco y repugnancia.
- Te das cuenta, o sea ninguna opción es buena, si es una mina al natural te podes enamorar perdidamente, y si no lo es la tratarás como un felpudo y te dejará en la segunda sesión, si es que viene a la segunda.
- No, momento, si es al natural, pero es fiera y tiene flor de despelotes, no me voy a enganchar mi reina.
- No me hagas hablar, hasta ahora no ha dado resultado, te mandé una señora que no era muy agraciada, tenía ciertas fobias a tratar y lo que hiciste, es inexplicable.
- Vos decis la Sra de Lopez?
- Esa misma.
- Pero esa sra. tenía fobia a los hombres y estaba desesperada por tener sexo, y me sedujo habilmente.
- Como es eso?
- Me dijo que yo la atraía especialmente, mis ojos, mi cabello, mis mocasines, como cruzaba las piernas, como tomaba mi lapicera para escribir, y como daba vuelta las hojas de mi cuaderno.
- Pero Max, sos un profesional, aunque te diga todo eso no podes invitarla a salir y llevarla a un hotel despues de un café.
Me lo contaste y me dije: ... Otra vez Max!! no lo podía creer.
-Si vos fueras mas que mi amiga no me pasarían estas cosas.
- No tiene nada que ver Max. Cuanto hace que no vas a tu supervisora Ana?
- Unos meses.
-Cuanto tiempo?
- y unos cuantos meses...
- Max si seguis así vas a tener que dejar la profesión y dedicarte a otra cosa, es la verdad.
- Pero vos no tenes idea los pechos naturales que tenía esa mujer, eran impresionantes.
- Max, basta, no me hagas enojar.
- No, no perdón, tenés razón, me pongo de rodillas ante mi diosa, mi reina maya. Perdón.
- Bueno, voy a hablar con Martín y trataré de convencerlo a que venga con vos.
Porque supongo que con él no  vas a tener inconvenientes.
- Quedate tranquila, ningún problema. Porqué me lo pasas, que pasó?
- Eh... creo que vos lo vas a llevar mejor, aparte ya está resolviendo sus problemas satisfactoriamente, pero la opinión de un hombre como vos, en lo que falta le hará mejor.
- No estará enamorado de vos no?
- No Max, no. De veras no.
- Ah, sino ya empezamos mal. Jaja.
- No, no.
- Bueno dale, hablale y mandameló, me hace falta la guita.
- Por eso pensé en vos, amigo, porque te quiero y no quiero que pases necesidades, pagaste las expensas?
- La verdad, no, ahi tenes el recibo, pegado en la puerta de la heladera.
Angela abre su cartera, y de su billetera saca el el dinero, y se lo deja en la mesada de la cocina.
- Angela, nunca tan bien puesto ese nombre, sos mi Angel guardián. Me das un abrazo.
- Bueno ( sonríe y le extiende los brazos)
 Mientras Max baja la mano derecha para tocarle un gluteo.
- Max, basta, me voy.
- Bueno, no te enojes, te quiero amiga.
- Yo también te quiero mucho y por eso te cuido.

Angela camina despacio las diez cuadras que la separa del dpto.de Max.
Y Martín sigue dando vueltas en su cabeza, es imposible no pensar en él.

- Te odio Paula!!

continuará...



lunes, 10 de septiembre de 2012

4ª entrada de IDENTIDAD REVELADA

Sesión de Martín.

A pesar que trató de ignorar lo que había pasado, escuchando música, saliendo a caminar, tratando de concentrarse para ver una pelicula, no pudo evitar pensar en Martín.
En como antes no había reparado en él, por un mecanismo de su profesión, o quizas porque solo Paula debería mirarlo asi, con deseo, con ansias. Solo ella podía hacerlo?
Ahora llegaba el momento de vivir una realidad distinta, algo que no le había ocurrido hasta ahora, enfrentarse a un hombre que la sedujo, que la besó, y seguir tratándolo como Angela, su terapeuta.
Ella sabía que Paula no aflora asi nomás, que está bien guardada, que necesita una serie de artilugios para renacer.
Pero......Angela estaba inquieta.
Suena el portero eléctrico.

-Quien es?
- Martin
- ya bajo

Baja a abrirle, con sus anteojos puestos, el pelo atado muy tirante, su pantalón negro, blusa blanca y hoy un saquito color manteca.
Le abre, le da un beso, y van juntos al ascensor, no cruzaron palabra.
Entran al departamento, y luego al consultorio.

- Como estas Martín?
- Bien, te vas a poner contenta.
- Si, porque? (Sonriendo)
- Porque por fin me animé y salí solo.
- Y como te sentiste?
- Al principio raro, pero estaba tranquilo, lo tome como lo que es, algo natural.
- Y luego?
- Luego ocurrió algo que cambió la noche, que la hizo interesante, distinta.
- Porque?
- Entró una mujer
 Angela, descruzó sus piernas, y su lapicera cayó al piso, la levantó antes que Martin la alcanzara.

- Se largó a llover bastante fuerte, y de pronto, abrió la puerta del bar una mujer, que no pude de dejar de mirarla. Caminaba desenfadada, pero elegante. Se sentó y sacó sus zapatos mojados con un desenfado que me hizo sonreir. Cuando dejó caer hacia atrás su piloto, parecía una escena de una película, parecia que caía en cámara lenta para dejar ver su hermosa espalda descubierta.
No podía dejar de mirarla, una intriga de conocerla me invadía, y ahi me di cuenta que ya había dado un gran paso, y que podia soltarme, que mi timidez se diluía.
Y me acerqué y le hablé. Creí que no iba a poder pero lo hice perfectamente, bueno no se si fue perfecto pero quiero decir con naturalidad.
- Si, te entiendo.
-Era muy fresca, sonreía hasta con los ojos, me arrastraba hacia ella, y yo no podía evitarlo. Bailamos, como hacía mucho tiempo no lo hacía. Pero de pronto prefirió irse, me dejó un número de celular y se fue bajo la lluvia, no quiso que la acompañe. Eso me desconcertó, porque se la veía muy bien, cómoda. Y de golpe se fue.
- Y que hiciste, la llamaste?
- Ayer intenté pero se ve que lo anoté mal porque me da con otra persona. Pero el viernes volveré allí.
Quiero volver a verla, hubo conexión, yo sentí que era correspondido, la besé...
- Porque decis que fuiste correspondido?
- Lo sentí, en todo momento, pero en el beso lo confirmé, hubo mucha química, vos me entendes?
- Si, entiendo. Bueno has dado un paso importante. Si no es esta, será otra, pero empezas a terminar con el duelo de la separación de Diana, del disgusto, de todo el proceso.
- A mi , te digo sinceramente, me gustaría volver a ver a Paula, ese es su nombre, Paula.
- Bueno quizas ocurra, quizas no, insisto, es muy bueno lo que te pasó y te sirve para seguir avanzando.
Veremos como seguis, como te vas sintiendo, que otras mujeres te atreves a abordar y como.
En que ámbitos, a que tipo de mujer, si solo o tambien con tus amigos, aunque tenes pocos en estado de soltería. Bueno, me alegro Martín.
- Esa noche, soñé con ella.
Angela, saco sus anteojos, se los volvió a poner, y se acomodó en el sillón como si algo le molestara, bajo la espalda de su blusa, y por último se desprendió los botones del saquito.
- Es que no podía dejar de pensar en ella, supongo que por eso soñé.
- Los sueños reflejan de alguna manera, a veces directa o también indirectamente, los deseos.
- Entonces se ve que la deseaba mucho, porqué soñé que hacíamos el amor.
Angela tosió una sola sola vez, antes de seguir hablando.
- Bueno, está  bien.
- Si, no te voy a dar detalles.
- No hace falta.
- No, claro (Martin sonrìe distendido)
- Como anda el tema del alquiler, estas buscando?
- Si, si justamente, hoy voy a ver uno, estoy mas animado. Pensé que puedo decorarlo a mi gusto, de a poco, claro. Y estoy por vender el auto, para arreglar el tema del dinero con Diana. Pero voy a a meterme en un plan de ahorro para un  cero.
- Bien, una pregunta
- Si.
- En el sueño, donde era, o sea estaban en un hotel?
- No, parecía que estábamos en mi lugar, pero yo no lo reconozco, pienso que es porque como ahora estoy viviendo con mi vieja, era supuestamente mi departamento, creo.
-Bien. Y estas relacionando la decoración de tu nuevo lugar con lo que veías en tu sueño?.
- Y algo si, creo, porque me sentía muy cómodo, había armonía en lo que veía, pero creo que la verdadera armonía la lograba ella. O los dos, tal vez.
- Bueno, Martin, lo seguimos la próxima, te espero el lunes.

Martín saca su billetera, le abona los honorarios.
Le da un beso y ella le abre la puerta.

- A esta hora está el señor de seguridad, él te abre, como siempre.

Angela cierra la puerta, va a hacia su cuarto celeste, se saca sus anteojos, y apoya su brazo derecho sobre la puerta del placard, y sobre el su frente.
Es la primera vez que la vida de Angela se entrelaza con la vida de Paula a través de una tercera persona.
Pero también es la primera vez, que un beso de un hombre la estremeció de esa manera, siente que esta vez puede involucrarse.
Sabe de él, es su paciente.
Conoce sus defectos pero tambien sus virtudes, y sus conflictos.
Y se pregunta, que voy a hacer ahora?
Y no lo sabe.


continuara...

3ª entrada de IDENTIDAD REVELADA

Tormenta mágica

Martin Pouzo decide salir de su ostracismo, una camisa color crema, un pantalon beige con cinturon al tono, zapatos marrón oscuro, y una sonrisa que apenas asoma todavía.
No ha podido superar la separación de Diana, pero está dispuesto a intentar relacionarse, salir a la vida de a poco, pero con actitud.
Está sentado en la mesa de un bar, solo, tomando una gaseosa, se siente raro..
No quiso salir con amigos, quiso probar salir solo y ver como se siente.
Empezar de vuelta, la soltería otra vez, ha pasado mucho tiempo.
Afuera ha empezado a llover, se abre la puerta y entra una mujer con un piloto negro, sacude su cabello que está mojado y camina hacia la barra desabrochando los botones muy despacio, se sienta y saca sus zapatos, ya que tiene los pies mojados, para que se sequen un poco, quedan a la vista de todos debajo su asiento.
Se desliza su piloto hacia atrás hasta casi caer, cuando ella misma lo toma y sacude con elegancia.
Deja ver asi su espalda descubierta de un vestido negro con vivos blancos, ajustado, que llega apenas arriba de la rodilla.
Martin está viendo esta escena, su mesa está detrás de ella, frente a la barra del bar.
El barman se dirige a ella

- Buenas noches, te sirvo algo?.
- Hola, me empapé, y tengo frío.
Me servis un cafe Irlandes, eso hará que entre en calor, estoy helada.

Martín seguía mirando la espalda de esa mujer mojada y atractiva que entró por la puerta.
Había poca gente, pero la mayoría de los hombres ya habían reparado en ella.
De pronto Martín tomó valor, y casi sin pensarlo se paró y caminó esos pocos pasos que lo separaban de ella.
Que lo separaban de Paula.

- Hola, como estas? Ademas de mojada...
Mi nombre es Martin, el tuyo?
- Paula
Ella giró su cabeza ya reconociendo la voz de Martin, su paciente desde hace 3 meses, y no pudo disimular sorpresa pero al mismo tiempo ni se le ocurría desperdiciar esa oportunidad.
Por primera vez lo veía como un hombre, fuera del ámbito de la terapia, y ella como Paula era un encuentro mágico entre un hombre y una mujer.
Sonrió y lo miró a los ojos, como diciendo, me arriesgo a todo, no me reconocerás.
Ni se le ocurrió pensar en que pasaría cuando el lunes llegue Martín a su sesión.
Ella no piensa en mañana, solo en hoy, y menos piensa en Angela.
Y asi fue, él solo vio a una mujer sensual, interesante, con una mirada penetrante.
Charlaron, se rieron, tomaron cerveza, el lugar se iba llenando de gente.
Se corrieron las mesas y la música los hizo bailar y reirse mas aún. El miraba mucho a Paula a los ojos, ella se ponía un poco tensa, pero se soltaba al instante.
En un momento, se acercaron mas y Martín tomo a Paula por la cintura y la acercó hasta besarla.
Cuando de pronto escuchan los gritos de un hombre, se nota borracho, empapado, mal vestido, caminando con dificultad, Paula se da vuelta y con sorpresa descubre que es su amigo Max.
Se aparta de la pista, y le dice a Martín que debe irse, que le encantó estar con él toda la noche pero no podía quedarse mas tiempo.
Martin se ofrece a acompañarla, pero se niega rotundamente. Le deja un número de celular falso, toma sus cosas y le dice nos veremos otra vez, y lo besa en la mejilla suavemente.
Huye casi como Cenicienta, pero no pierde el zapato...
Paula sale rapidamente antes que Max repare en ella, se queda bajo un techo esperando un taxi, mientras prende un cigarrillo.
La lluvia hacía que pocos taxis pasaran por alli, y los que pasaban estaban llenos.
Comenzó a correr bajo la lluvia, no podía quedarse mas tiempo alli, podría salir su amigo y reconocerla.
A las dos cuadras tomó un taxi y respiró.
Cerró sus ojos, y veia la cara de Martin acercandose a besarla y se estremeció.
Una noche de aventura de Paula.
Una noche que cambiará la vida de Angela..


(continuará)

viernes, 7 de septiembre de 2012

2ª entrega de IDENTIDAD REVELADA

(para leer esta entrada debes haber leido la primera, para poder seguirla, gracias)

La llave del secreto

- Me permite un segundo, tocaron el timbre.
Angela camina hacia la puerta de entrada, dejando solo al paciente en su consultorio.
- Mili, estoy atendiendo, ya te dije que en este horario...
- Ay no te enojes, estamos estudiando con una amiga y me quedé sin yerba y nos morimos por un mate, y el almacén abre a las 4, me das aunque sea para llenar el mate nada mas.
- Mili estoy atendiendo, me faltan 15 minutos, cuando se va el paciente te la alcanzo yo. No entendes que por la tarde hasta las 20 no me podes tocar el timbre?
Y le cerró la puerta antes que comenzara a hablar otra vez.

Termina normalmente, acompaña al Sr. Benitez, hasta la puerta y lo despide afectuosamente.
Se dirige a la cocina, cuando ya escucha el timbre.
- Ay Mili, por favor!!!
- No quería que te molestes.
- Toma el tarro, usa lo que quieras, despues me lo das, eso si desayuno con mate, asi que....
- Si antes de la cena te lo devuelvo.

Angela tiene un cuarto pequeño, donde hay un divan y un placard donde guarda celosamente el vestuario, los zapatos, y todos los accesorios y maquillajes que usa para convertirse en Paula. Por supuesto cerrado con llave.
Y esa llave, la que nunca sabe donde guardarla, elige un lugar en el momento, y ese es su escondite, puede ser en el baño, detras del lavatorio, en un rincón del marco de la ventana de la cocina, o entre las sábanas dobladas en un estante de su placard.
Pero nunca en el mismo lugar, asi ejercita su memoria, y juega de alguna manera a agregar mas adrenalina a las salidas.

Es viernes, su ultimo paciente se ha ido, se da una ducha reparadora, es un dia de otoño bastante húmedo, y con una temperatura agradable.
Mientras se ducha piensa que atuendo se pondrá esta noche.
Sale de la ducha envuelta en un toallón de color amarillo, encrema sus piernas, brazos, seca su cabello, y lo desenrrieda con sumo cuidado, cuando toma la crema facial y está por ponersela, dice:

- La llave!!!
 Y de pronto suena el timbre y la asusta un poco.
- Angela, a que no sabes que encontré en el tarro de la yerba. Como quisiera saber de donde es esta llave...
A veces pienso Angela está llena de secretos...
- Dame esa llave, no te metas en mi vida.
- ay fue una broma, no te enojes, suerte que no te la perdí con los colgada que soy, jaja.
- Mili, gracias, pero estoy apurada, debo cambiarme.
- Salis hoy?
- Tengo un cumpleaños, te dejo, hasta mañana.
Y le cierra la puerta bruscamente.
Toma la llave y la coloca sobre su pecho sientiendo un gran alivio.

Y como todos los viernes, se prepara un tostado de jamón y queso, come media manzana y se sienta en su sillón favorito a tomar un wisky con hielo.
Al rato se levanta y llevando el vaso entra al cuarto celeste, como ella lo llama, y con la llave en su mano izquierda, se mira al espejo y le habla a Angela.

- Estoy harta de ver tu cara descolorida, tus ojeras, tu pelo tirante, tu fea postura, tus aires de inteligente y sabelotodo. Tu carácter irascible, y tu soledad..... que patética tu actitud.

Y abre la puerta del pequeño placard, y comienza a mirar detenidamente cada vestido, los jeans, las musculosas, hasta que al fin elige que va a ponerse esta noche. También elige accesorios y la cartera que acompañara junto al calzado y le daran vida a Paula.
En la puerta del placard tiene anotados los lugares por orden que ha ido  frecuentando, para no repetir, y si decide volver a alguno, cambia de alguna manera su fisonomía, y deja pasar mucho tiempo para volver allí.
Se viste, se maquilla, se perfuma, y escucha que Mili sale y va hacia el ascensor con dos amigas y hablan de ir a la casa de alguien, no entiende bien de quien, no importa.
El tema es que se fue ya.
Espera unos diez minutos y sale, y al cerrar la puerta siente que Angela queda alli adentro, sola y triste.
Paula sonríe y comienza otra aventura.
La noche espera de ella el brillo que dará su caminar al entrar a un bar, donde algún hombre o varios se darán vuelta para mirarla, algo que Angela jamás lograría.
- El único que tal vez viera a Angela en mis ojos sería Max, pero el no frecuenta estos lugares.
Se dijo, mientras subía a un taxi.

Paula avanza y se enfrenta a la noche.............................a una noche especial.


(continuará)


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jueves, 6 de septiembre de 2012

Identidad revelada

Angela tiene 36 años, psicóloga de profesión, atiende en su propio departamento a sus pacientes.
Lleva una vida gris, sin matices, dedicada a su trabajo, es poco sociable, para nada coqueta, su fisico delgado, estatura mediana, su cabello castaño siempre atado y casi uniformada siempre lleva pantalón y blusa o un saquito tejido si está fresco de color gris oscuro.
Ordenada y estructurada casi no tiene una vida social activa.
Esconde sus ojos pardos detrás de unos anteojos.
Esconde un secreto detrás de su apariencia formal.
Mili, su vecina del cuarto D, es la única con la que habla a veces, no tuvo mas remedio, Mili es muy conversadora. Es de las que piden azúcar o café al vecino de al lado, mientras observa con rapidez cada detalle que pueda chusmear con sus ojitos pícaros y su inobjetable sonrisa simpática. Es soltera y vive sola, hace menos de tres meses que vive allí.
Todos los colores que a Angela le faltan, Mili los tiene en su atuendo, sus carteras y accesorios.
Ella quiere ser actriz, y estudia en el Conservatorio de arte dramático.
Angela tiene un viejo amigo, Max, se recibieron juntos pero él es unos años mayor.
Si es necesario ella suele derivarle pacientes si los horarios requeridos ella los tiene ocupados.
Max es un hombre muy especial, admira de su amiga su inteligencia, y secretamente o no tanto está enamorado de Angela.
El sabe que como profesional tiene falencias que hacen dificultoso su trabajo, sobre todo si sus pacientes son mujeres.
Max nunca se ha casado, tiene temor al compromiso y a algunas mujeres que él considera artificiales.
Aquellas que estan operadas, con cirugías estéticas, que tienen siliconas, siente por ellas un rechazo muy notorio.
Angela oculta al mundo una transformación que ella hace de si misma, una noche por semana, generalmente los viernes por la noche.
Ella cambia su atuendo habitual por vestidos escotados, suelta su cabello ondulado hasta los hombros, maquilla sus ojos y su boca, e indudablemente es otra mujer, ella se transforma en Paula.
Deja sus anteojos, no son imprescindibles, .se pone zapatos de taco alto, y ella es otra mujer, una sensual y muy atractiva joven que sale con un recorrido distinto cada vez para probarse a si misma que puede conquistar a un hombre diferente todas las semanas y no comprometerse con ninguno.
Oculta su profesión, por supuesto su dirección y da un número de celular falso cada vez.
Siempre espera que Mili salga primero, o esté completamente segura que se ha ido a dormir para salir de su departamento con cautela.
Ella es Paula, una come-hombres irresistible.
Pero tanto Angela como Paula están solas esperando enamorarse de verdad. Solo que no lo admiten.

(continuará)



La puerta del miedo

Los vidrios de la ventana temblaban con el viento, llovía desde el anochecer con variada intensidad, las ráfagas de viento no permitían que las calles se anegaran, era como que la lluvia se volaba hacia un lado y hacia el otro.
Los tonos de gris se acentuaban al caer la noche, transformandose en una oscuridad desmedida.
Ella se apoyó en la ventana, mientras un disco de Jazz sonaba, muy bajo.
Desde el tercer piso se divisaba la avenida, con cierta dificultad la vereda de enfrente y tambien los autos y alguna poca gente que todavía estaba volviendo a sus hogares.
Laura había preparado la cena, una linda mesa, sus dos hijos habían salido temprano y volverían muy tarde hoy. Todavía faltaba para que llegara Gabriel.
Se sentó en el sillón de dos cuerpos que estaba de frente a la ventana, estaba algo cansada despues de un dia arduo de trabajo.

-Que fue eso?
Se levanta y corre hacia la puerta de entrada, apoya su oreja para escuchar atentamente.
Escucha que se cierra la puerta del ascensor.
Mira por la mirilla y no ve nada.
Está descalza, de repente siente que un líquido casi tibio roza los dedos de sus pies.
Mira hacia abajo y se tapa con la mano su boca mientras piensa: ...es sangre!!
Su corazón comenzó a latir muy rápido y un frio le corría por la espalda, junto sus manos sobre su pecho, y se preguntaba que hacer!!
Corrió hacia la ventana, como queriendo ver algo que le diera un indicio de que ocurría.
Las pisadas con sangre se desparramaron por el living.
Volvió a la puerta, y muy lentamente la abrió y vio como al costado y en el piso, yacía un hombre de espalda, con traje gris, una bolsa blanca envolvía su cabeza, y por debajo de él corría hacia su puerta un charco de sangre que se agrandaba con rapidez.
- Dios, está muerto, debo llamar a la policía, (su cara era todo asombro, miedo y dudas de como resolver esto) De pronto dijo, Ayudenme por favor!!
Pero nadie escuchó nada.
Entró directo para acercarse al teléfono, cuando de repente sonó.
- Hola (dijo temblorosa)
- Estoy muy cerca, no he terminado aún, no llames a la policía, o tu marido que acaba de estacionar en la cochera va a sufrir la misma suerte.
- No, por favor, no le haga nada ,haré lo que me diga, no, no.
- No harás nada, simplemente ... puedo verte, si te asomas a la ventana me veras.
Muy despacio, llegó hasta la ventana, y un hombre con piloto estaba debajo un techo, en la vereda de enfrente hablando por su celular. Corrió la cortina bruscamente y se arrodilló a llorar sin saber que hacer.

Se escucha la puerta de entrada que se abre, y es Gabriel.
Se acerca al sillón , toca el hombro de Laura suavemente, y la da un beso en la frente.
- Laura, te dormiste... vamos a cenar?, tengo hambre.... dale y nos acostamos temprano.
- Ay gracias a Dios que estas bien.
El corazón de Laura todavía late rapidamente.
Y no hay  písadas de sangre en el living.

Y ya ha dejado de llover
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FIN



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