lunes, 10 de septiembre de 2012

3ª entrada de IDENTIDAD REVELADA

Tormenta mágica

Martin Pouzo decide salir de su ostracismo, una camisa color crema, un pantalon beige con cinturon al tono, zapatos marrón oscuro, y una sonrisa que apenas asoma todavía.
No ha podido superar la separación de Diana, pero está dispuesto a intentar relacionarse, salir a la vida de a poco, pero con actitud.
Está sentado en la mesa de un bar, solo, tomando una gaseosa, se siente raro..
No quiso salir con amigos, quiso probar salir solo y ver como se siente.
Empezar de vuelta, la soltería otra vez, ha pasado mucho tiempo.
Afuera ha empezado a llover, se abre la puerta y entra una mujer con un piloto negro, sacude su cabello que está mojado y camina hacia la barra desabrochando los botones muy despacio, se sienta y saca sus zapatos, ya que tiene los pies mojados, para que se sequen un poco, quedan a la vista de todos debajo su asiento.
Se desliza su piloto hacia atrás hasta casi caer, cuando ella misma lo toma y sacude con elegancia.
Deja ver asi su espalda descubierta de un vestido negro con vivos blancos, ajustado, que llega apenas arriba de la rodilla.
Martin está viendo esta escena, su mesa está detrás de ella, frente a la barra del bar.
El barman se dirige a ella

- Buenas noches, te sirvo algo?.
- Hola, me empapé, y tengo frío.
Me servis un cafe Irlandes, eso hará que entre en calor, estoy helada.

Martín seguía mirando la espalda de esa mujer mojada y atractiva que entró por la puerta.
Había poca gente, pero la mayoría de los hombres ya habían reparado en ella.
De pronto Martín tomó valor, y casi sin pensarlo se paró y caminó esos pocos pasos que lo separaban de ella.
Que lo separaban de Paula.

- Hola, como estas? Ademas de mojada...
Mi nombre es Martin, el tuyo?
- Paula
Ella giró su cabeza ya reconociendo la voz de Martin, su paciente desde hace 3 meses, y no pudo disimular sorpresa pero al mismo tiempo ni se le ocurría desperdiciar esa oportunidad.
Por primera vez lo veía como un hombre, fuera del ámbito de la terapia, y ella como Paula era un encuentro mágico entre un hombre y una mujer.
Sonrió y lo miró a los ojos, como diciendo, me arriesgo a todo, no me reconocerás.
Ni se le ocurrió pensar en que pasaría cuando el lunes llegue Martín a su sesión.
Ella no piensa en mañana, solo en hoy, y menos piensa en Angela.
Y asi fue, él solo vio a una mujer sensual, interesante, con una mirada penetrante.
Charlaron, se rieron, tomaron cerveza, el lugar se iba llenando de gente.
Se corrieron las mesas y la música los hizo bailar y reirse mas aún. El miraba mucho a Paula a los ojos, ella se ponía un poco tensa, pero se soltaba al instante.
En un momento, se acercaron mas y Martín tomo a Paula por la cintura y la acercó hasta besarla.
Cuando de pronto escuchan los gritos de un hombre, se nota borracho, empapado, mal vestido, caminando con dificultad, Paula se da vuelta y con sorpresa descubre que es su amigo Max.
Se aparta de la pista, y le dice a Martín que debe irse, que le encantó estar con él toda la noche pero no podía quedarse mas tiempo.
Martin se ofrece a acompañarla, pero se niega rotundamente. Le deja un número de celular falso, toma sus cosas y le dice nos veremos otra vez, y lo besa en la mejilla suavemente.
Huye casi como Cenicienta, pero no pierde el zapato...
Paula sale rapidamente antes que Max repare en ella, se queda bajo un techo esperando un taxi, mientras prende un cigarrillo.
La lluvia hacía que pocos taxis pasaran por alli, y los que pasaban estaban llenos.
Comenzó a correr bajo la lluvia, no podía quedarse mas tiempo alli, podría salir su amigo y reconocerla.
A las dos cuadras tomó un taxi y respiró.
Cerró sus ojos, y veia la cara de Martin acercandose a besarla y se estremeció.
Una noche de aventura de Paula.
Una noche que cambiará la vida de Angela..


(continuará)

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