jueves, 6 de septiembre de 2012

La puerta del miedo

Los vidrios de la ventana temblaban con el viento, llovía desde el anochecer con variada intensidad, las ráfagas de viento no permitían que las calles se anegaran, era como que la lluvia se volaba hacia un lado y hacia el otro.
Los tonos de gris se acentuaban al caer la noche, transformandose en una oscuridad desmedida.
Ella se apoyó en la ventana, mientras un disco de Jazz sonaba, muy bajo.
Desde el tercer piso se divisaba la avenida, con cierta dificultad la vereda de enfrente y tambien los autos y alguna poca gente que todavía estaba volviendo a sus hogares.
Laura había preparado la cena, una linda mesa, sus dos hijos habían salido temprano y volverían muy tarde hoy. Todavía faltaba para que llegara Gabriel.
Se sentó en el sillón de dos cuerpos que estaba de frente a la ventana, estaba algo cansada despues de un dia arduo de trabajo.

-Que fue eso?
Se levanta y corre hacia la puerta de entrada, apoya su oreja para escuchar atentamente.
Escucha que se cierra la puerta del ascensor.
Mira por la mirilla y no ve nada.
Está descalza, de repente siente que un líquido casi tibio roza los dedos de sus pies.
Mira hacia abajo y se tapa con la mano su boca mientras piensa: ...es sangre!!
Su corazón comenzó a latir muy rápido y un frio le corría por la espalda, junto sus manos sobre su pecho, y se preguntaba que hacer!!
Corrió hacia la ventana, como queriendo ver algo que le diera un indicio de que ocurría.
Las pisadas con sangre se desparramaron por el living.
Volvió a la puerta, y muy lentamente la abrió y vio como al costado y en el piso, yacía un hombre de espalda, con traje gris, una bolsa blanca envolvía su cabeza, y por debajo de él corría hacia su puerta un charco de sangre que se agrandaba con rapidez.
- Dios, está muerto, debo llamar a la policía, (su cara era todo asombro, miedo y dudas de como resolver esto) De pronto dijo, Ayudenme por favor!!
Pero nadie escuchó nada.
Entró directo para acercarse al teléfono, cuando de repente sonó.
- Hola (dijo temblorosa)
- Estoy muy cerca, no he terminado aún, no llames a la policía, o tu marido que acaba de estacionar en la cochera va a sufrir la misma suerte.
- No, por favor, no le haga nada ,haré lo que me diga, no, no.
- No harás nada, simplemente ... puedo verte, si te asomas a la ventana me veras.
Muy despacio, llegó hasta la ventana, y un hombre con piloto estaba debajo un techo, en la vereda de enfrente hablando por su celular. Corrió la cortina bruscamente y se arrodilló a llorar sin saber que hacer.

Se escucha la puerta de entrada que se abre, y es Gabriel.
Se acerca al sillón , toca el hombro de Laura suavemente, y la da un beso en la frente.
- Laura, te dormiste... vamos a cenar?, tengo hambre.... dale y nos acostamos temprano.
- Ay gracias a Dios que estas bien.
El corazón de Laura todavía late rapidamente.
Y no hay  písadas de sangre en el living.

Y ya ha dejado de llover
.

FIN



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