Clara vio en su agenda que esta semana había una reunión muy importante para el Sr. Galli, la visita del Presidente de la firma llegaba desde California, para reunirse con cada gerente y tomar decisiones sobre algunas re-estructuraciones de la empresa..
Inclusive para el Sr. Galli, existía la posibilidad de un ascenso muy esperado por él.
Era miércoles, principios de mes, llegó corriendo como siempre, saludó al sr. de seguridad que como siempre le hizo una broma y la hizo sonreir.
Llegó a su escritorio, colgó su abrigo liviano, apoyó su cartera, y fue al despacho de su jefe, corrió las cortinas, se fijó que todo estuviera en orden, y se volvió a su lugar.
En ese instante llegó el Sr. Galli.
- Buenos dias, Clara. Algo para mi?
- Buen día Sr, Ud ya sabe que hoy es la reunión con el Sr. Janson, a las 9,30, y él es muy puntual.
- Si lo se, pero yo también, me preparaste la carpeta?
- Si, Sr. y está sobre su escritorio.
- Gracias, me traes un cortado, por favor, como siempre.
- Si claro.
Clara se dirigió a la cocina, que quedaba a pocos metros, preparó un café cortado y sacó del bolsillo del cardigan beige, un blister de pastillas tranquilizantes de bajas dosis, y molió unas cuantas, un amigo estudiante de Farmacia le dio las indicaciones pertinentes.
Las volcó en el café, y como a su jefe le gustaba bien dulce, no escatimó en el azúcar.
Nadie la vio hacerlo ya que esa cocina es solo de la gerencia, y solo ella o el personal de limpieza entran alli.
Se apuró, pero no le temblaba la mano, pero su gesto era tenso.
- El cortado Sr.
- Gracias Clara.
Esperó media hora, golpeó la puerta, nadie contestó, y entró.
Su jefe estaba recostado en el respaldo, y su cabeza caía hacia adelante, completamente dormido.
Clara cerró la traba de la puerta y corrió las cortinas que daban al corredor.
A los diez minutos salíó caminando muy tranquila, se sentó a trabajar como lo hacia a diario, y ya eran las 9,20 hs.
Entonces en ese momento fue al baño y se demoró unos minutos.
Cuando volvió, a las 9,35, llama la secretaria de Presidencia
- Hola Clara, solo falta el Sr. Galli, le podes decir que se apure.
- Pero como no llego allí?, antes de ir al baño le avisé que ya era la hora, y me dijo "ya voy" y me quedé tranquila, lo hacía alla, Laura.
- Bueno, estará subiendo entonces o se paró a hablar con alguien. Lo esperamos.
- Si, seguro que es asi.
Pasó una media hora cuando Clara ve por el corredor, al mismo presidente de la empresa caminando hacia ella.
- El gerente de Marketing, donde está?
- No se Sr, creí que estaba en reunión con Ud.
Golpea la puerta tres veces, al no recibir contestación, entra.
El Sr. Galli sigue dormido, su corbata como vincha, la camisa desabrochada, dos vasos servidos de wisky estan sobre el escritorio, la carpeta de trabajo tirada en el suelo y todas sus hojas repartidas por todo el despacho.
En el perchero cuelga una tanga de encaje negra, una bandeja de canapés sin terminar está sobre una mesita.
La cabeza del Sr. Galli, esta sobre el vidrio del escritorio donde hay manchas de todo tipo.
-Pero que esto? (en un simpatico Spainglish)
Sr Galli,( le levanta la cabeza tomandolo de su cabello, y sorprendido ve también el cierre de su pantalón bajo y su miembro muy campante del lado de afuera de su ropa interior.)
- Acompañemé Srta, le voy a redactar un acta en la que debe estar presente, como testigo.
El Sr. Janson redacta enfurecido lo que vio y el motivo del inminente despido de su gerente de Marketing en Buenos Aires.
Han pasado ya unos días, Clara camina tranquilamente por las calles convulsionadas de Buenos Aires para llegar a su trabajo.
Y la promesa sigue en pie.
FIN
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