jueves, 15 de diciembre de 2016



Dicen que escribir sana.

Porque a veces decir, expresar en palabras que se dicen al aire o a algún interlocutor, lleva consigo tonos, de acuerdo a como uno se siente, y de acuerdo a quien escucha y como lo hace.
A veces oye pero no escucha, a veces se acoraza y no está abierto.
También a veces salen palabras no adecuadas o frases mal hechas
Pero escribir hacia nadie o hacia todos tiene otro fundamento y sentido, a veces es para sanar el alma.
Para mi, escribir siempre tuvo un espíritu de catarsis, sin el talento o el don de un escritor, que se que no poseo, solo poniendo el corazón a través de la yema de los dedos al posarlos en las letras.

Termina un año que fue importante para mi en muchos sentidos.

Cambios fundamentales que requirieron un esfuerzo físico pero también emotivo y movilizante.
La vida da vueltas alrededor de uno y uno da vueltas alrededor de ella, y te envuelve y te rodea, te chocas, tropezas, avanzas, retrocedes, giras para darte vuelta, te pones derecho y volvés a caminar.
La piedras del camino son grandes, medianas, pequeñas pero todas son aprendizaje puro.
Fue trabajoso hacer todo lo que hice manejando mi trastorno de ansiedad, que hace tiempo se que tengo.
Doy gracias de poder saberlo, reconocerlo y tratar, a veces en vano, de poder diluirlo apenas como pueda o dejarlo libre muy a pesar mío, y sobre todo para los demás que me soportan.
Lo único que me deja mas en paz, es que hice lo que debía hacer, lo que prometí a mi corazón y a mis seres queridos que iba a hacer algún día. Aunque algunos no entendieron, no se pusieron en mi lugar, no comprendieron mis esfuerzos ni mis logros.

El camino me llevó a tomar decisiones muy al límite en varios momentos de mi vida, que solo yo se lo que me costaron y las heridas que dejaron en mi.
Pero las decisiones que tuve que tomar este año 2016, fueron nada mas que las que siempre dije que iba a tomar y por ello no debían sorprender a nadie. Porque además eran las correctas.

Quiero dar las gracias antes que nada a mis hijos, que me apoyaron, consolaron, me acompañaron en medio de reuniones desagradables e incómodas.

A mi querida Brisa, mi perra ya de 13 años que es mi compañera fiel que se adaptó al cambio, me acompaña, me mira, me sigue, y se porta muy bien, por suerte.

También quiero dar las gracias a amigas entrañables que estuvieron cuando las necesite, sin que yo las llamara, se ofrecían a ayudarme, aunque sea para cebarme unos mates o charlar mientras desarmaba mi casa  paterna. Vaciar cajones, emociones y recuerdos. Y a veces vaciar el alma para sacar cosas  y que quedara lugar para seguir llenándola con nuevos recuerdos, buenos, malos, los que vengan.

Gracias, gracias a todos, también a aquellos que se alejaron a raiz del cambio, porque me ayuda a conocerlos mejor, gracias...la vida siempre te sorprende, solo hay que dejar que suceda y obrar en consecuencia, habiendo aprendido algo mas.

Gracias,  a todos los que me quieren y a todos en general FELIZ AÑO 2017, que les llegue con paz y salud para seguir adelante luchando por sus anhelos.

FELICIDADES !!!!!!











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